Durante décadas, los operadores de máquinas expendedoras han aceptado un cierto nivel de «complejidad».

Monedas atascadas en las máquinas.
Furgonetas aparcadas todo el fin de semana con miles de monedas sueltas.
Clientes que se van con las manos vacías, ya sea porque no tienen monedas o porque la máquina no funciona.
Riesgos de fraude.
Reclamaciones por reembolsos.
Agotamiento de existencias desconocido.
Visitas innecesarias.

Estos no eran solo problemas del sector, también eran problemas de Broderick’s.
Hasta que decidieron que no tenían por qué serlo.

Broderick’s tomó una decisión clara: pasar a un sistema totalmente sin efectivo y hacerlo con un socio que pudiera apoyar cada paso de la transición: Coges.

Nuestro cliente: Broderick’s

Broderick’s comenzó en Manchester en 1969. Lo que empezó como un pequeño negocio familiar se ha convertido hoy en día en el segundo operador de máquinas expendedoras más grande del Reino Unido.

Con una flota de más de 2000 máquinas repartidas por oficinas, universidades, aeropuertos, gimnasios y comercios, Broderick’s atiende a miles de clientes cada día. Pero lo que les define no es su tamaño, sino su mentalidad.

«Solíamos contar 15 millones de libras en monedas al año»

El efectivo formaba parte del negocio, pero con el tiempo se convirtió en el elemento que lo frenaba todo.

«Cada semana, las furgonetas permanecían aparcadas con miles de libras en monedas sueltas a bordo. En el almacén, el personal contaba 15 millones de libras en monedas cada año, manualmente».

No solo era una tarea que requería mucho tiempo, sino que también suponía un riesgo para la seguridad y un centro de costes.

«Nos ralentizaba», admite John.

Un patrimonio conectado que es prácticamente 100 % sin efectivo

Cuando Broderick’s se asoció con Coges, el objetivo era claro:
dejar de depender de las monedas y empezar a construir un patrimonio conectado que fuera prácticamente 100 % sin efectivo.

Lo que hemos visto desde que nos asociamos con Coges es una reducción de aproximadamente el 87 % en todos los problemas relacionados con las monedas, explica John. Se acabaron los atascos de monedas. Se acabaron los cambios erróneos. Y eso es muy importante en lugares como aeropuertos y universidades.

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Cuando se pasa a un sistema sin efectivo, no hay nada que robar

Además, la eliminación del efectivo no solo mejoró las operaciones.
Ha hecho que las máquinas sean menos vulnerables al robo y al vandalismo.

«Cuando se pasa al sistema sin efectivo, no hay nada que robar», afirma John.
«Casi no hemos tenido robos desde el cambio. Las máquinas ya no son un objetivo».

Ya no dependemos de que los clientes nos informen de los problemas

La decisión de pasar al sistema sin efectivo cambió la forma en que Broderick’s gestiona todo su funcionamiento.

Con Coges, todas las máquinas forman ahora parte de un conjunto conectado. Los datos en tiempo real de cada máquina proporcionan al equipo de operaciones una visión clara de los niveles de existencias, el rendimiento de las máquinas y las tendencias de ventas, en todos los emplazamientos y en tiempo real.

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«Ya no dependemos de que los clientes nos informen de los problemas», afirma John. «El sistema nos avisa antes incluso de que ellos se den cuenta de que algo va mal».

• Las máquinas se reabastecen en función de las ventas reales, no de horarios fijos.
• Los conductores se envían a los lugares adecuados, con el stock adecuado, lo que reduce las visitas innecesarias y aumenta la eficiencia en todos los ámbitos.

A los clientes les encanta ver los datos de ventas en tiempo real. Pueden ver que estamos colocando los productos que realmente se venden. Y hemos visto aumentar los ingresos por máquina, a veces en un 33 %, a veces incluso en un 100 %, dependiendo del sitio.

Reembolsos resueltos al instante

En el sector de las máquinas expendedoras, la gestión de los reembolsos puede definir la reputación de una empresa.
Y Broderick’s la ha convertido en un proceso casi automático.

«Nadie pierde dinero en una máquina de Broderick’s. Con Coges, eso es simplemente imposible», afirma John. «Incluso los fines de semana, los reembolsos se realizan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Eso es algo que muchos de nuestros competidores simplemente no pueden ofrecer».

Con la conectividad de Coges, el proceso de reembolso es inmediato. Si surge algún problema, el cliente inicia un chat en vivo y, al final de la conversación, el reembolso ya está en su cuenta.

El dinero estará en la cuenta bancaria a la mañana siguiente.

Para una empresa que opera a gran escala, el flujo de caja lo es todo.

Antes, podían pasar días, incluso semanas, hasta que las ventas de las máquinas expendedoras aparecían en la cuenta bancaria. Con Coges, los ingresos por ventas se transfieren a diario.

«Las ventas del domingo por la noche llegan a nuestra cuenta el lunes por la mañana», dice John.
«Eso marca una gran diferencia. Sin retrasos, sin esperas en las transferencias. Nos da previsibilidad y un mejor control sobre las previsiones y los pagos».

Es un pequeño cambio sobre el papel. Pero para los equipos financieros y operativos, cambia el ritmo de todo el negocio.